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Mantener tu impresora en buenas condiciones es fundamental para extender su vida útil y asegurar que genere resultados de calidad. Este mantenimiento implica revisiones periódicas, ajustes y limpieza adecuada de sus componentes esenciales. De esta forma, evitamos fallos, reducimos costos de reparación y garantizamos el rendimiento óptimo del dispositivo.
En esta guía te vamos a hablar sobre el correcto mantenimiento de tu impresora.
Mantenimiento preventivo vs correctivo
Existen dos tipos de mantenimiento de impresoras: el preventivo y el correctivo.
El mantenimiento preventivo se centra en prolongar la durabilidad de tu equipo y evitar posibles fallas. Se realiza regularmente y permite ahorrar dinero a largo plazo.
El mantenimiento correctivo, por otro lado, se encarga de reparar problemas específicos que hayan ocurrido. Se tiende a planificar de forma mínima y puede requerir un mayor gasto a largo plazo.
Consejos para el mantenimiento preventivo de impresoras
Mantenimiento externo
Asegurate de mantener las impresoras en lugares secos y libres de polvo para evitar la acumulación de partículas dentro de los equipos.
Quitá el polvo externo con un trapo seco o plumero para evitar que ingrese.
Recordá limpiar los cables de conexión y alimentación de energía con un trapo ligeramente mojado con alcohol y agua.
Impresora de inyección de tinta
Utilizá el equipo regularmente Te recomendamos usar tu impresora al menos una vez al mes. De esta manera, podemos prevenir que los cartuchos se sequen o que los cabezales se obstruyan.
Desconectala antes de limpiarla Esto va a asegurarte de que no se encienda accidentalmente ni cause otro inconveniente.
Usá un trapo un poco húmedo Para eliminar el polvo, usá un trapo ligeramente húmedo. El agua tiene que ser destilada y asegurate de que el trapo no deje fibras en las piezas.
Mantené los cabezales limpios Te aconsejamos seguir las instrucciones del fabricante para limpiar los cabezales. Algunas impresoras vienen con la función de autolimpieza, pero podés consultar el manual si preferís limpiarlos por tu cuenta.
Cambiá los cartuchos de tinta Al cambiar los cartuchos, asegurate de seguir el procedimiento de alineación de tu impresora. Este paso es importante para revisar cómo funcionan los cartuchos nuevos y comprobar la calidad de la impresión.
Revisá el interior De vez en cuando, verificá que el interior de tu impresora esté limpio, no puede tener tinta derramada ni residuos.
Impresora láser
Desconectala para empezar Antes de comenzar a limpiar, tenés que apagar el equipo y desenchufarlo.
Retirá las bandejas de papel Es necesario que quites las bandejas de papel para acceder al interior de la máquina.
Retirá el tóner Luego, abrí la tapa del tóner y retiralo con cuidado. Podés hacer lo mismo con el tambor si es necesario.
Limpiá el tóner Colocá el tóner sobre un papel para evitar cualquier derrame y limpialo suavemente para quitar polvo y residuos que tenga.
Limpiá el interior de la impresora Usá un trapo limpio y ligeramente mojado con alcohol para limpiar los rodillos y el interior de tu impresora. No dejes restos de trapo ni humedad dentro del equipo.
Volvé a colocar los componentes Colocá el tóner y el tambor en sus respectivos lugares con cuidado.
Realizá una limpieza frecuente Limpiá ligeramente la abertura del tóner con un trapo seco y limpio para evitar la acumulación de polvo y otras partículas que puedan afectarla.
Conclusión
El mantenimiento preventivo de las impresoras garantiza que se conserven en las mejores condiciones y prolongar su vida útil. Además, al reducir interrupciones por fallas inesperadas, se mejora la productividad y se potencia su rendimiento.